A muchos les he escuchado decir que les gustaría poder volar, y aunque el azul más puro del cielo sea mi color favorito, no me veo ahí. No me veo como un ser que vuela.
Un tiempo pensé que me gustaría ser un pececito, de esos pequeñitos, coloridos y gorditos. Cuando me imagino, suelo pensar en grandes cuerpos de agua, como el mar, o los ríos, incluso la ducha o bajo la lluvia. Cuando nado, no quiero salir del agua, siento que ahí pertenezco, y es extraño, porque estoy acostumbrada a no pertenecer a casi ningún sitio.
Podría bailar contra una marea de colores. Si me engulle, es porque no baile bien, y debí ahogarme.
Ese es un pensamiento constante.
¿Cómo puedo bailar al borde del mar sino sé bailar, y donde vivo no hay mar?
Tal vez de momento sea bueno que no me acerque a ninguna marea.
No sé si aún quiero ser un pecesito, pequeño y colorido, que podría vivir en el océano, en un estanque, en un río o en una pecera. Tal vez me este convirtiendo en uno de esos seres que vuelan... O tal vez no me este convirtiendo en nada.
Un tiempo pensé que me gustaría ser un pececito, de esos pequeñitos, coloridos y gorditos. Cuando me imagino, suelo pensar en grandes cuerpos de agua, como el mar, o los ríos, incluso la ducha o bajo la lluvia. Cuando nado, no quiero salir del agua, siento que ahí pertenezco, y es extraño, porque estoy acostumbrada a no pertenecer a casi ningún sitio.
Podría bailar contra una marea de colores. Si me engulle, es porque no baile bien, y debí ahogarme.
Ese es un pensamiento constante.
¿Cómo puedo bailar al borde del mar sino sé bailar, y donde vivo no hay mar?
Tal vez de momento sea bueno que no me acerque a ninguna marea.
No sé si aún quiero ser un pecesito, pequeño y colorido, que podría vivir en el océano, en un estanque, en un río o en una pecera. Tal vez me este convirtiendo en uno de esos seres que vuelan... O tal vez no me este convirtiendo en nada.